"Lo divergente converge consigo mismo: armonía de tensiones opuestas, como la del arco y la lira".  Heráclito

 

Cada guitarra es una comunión en tensión de distintas maderas, atravesadas por distintas historias, cuando fueron árbol. No existe una guitarra igual a otra, y es por eso que, a mi entender, la misión del luthier es develar el sonido único y esencial en cada guitarra, liberarlo de impurezas, encauzar las tensiones para lograr un equilibrio armónico y fuerte.

Mi filosofía es trabajar con la personalización del instrumento, y brindar una cuidadosa atención a cada etapa del proceso de construcción del mismo; Desde la adecuada selección de las maderas, hasta las terminaciones estéticas.