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 Mi interés por las guitarras comenzó a muy temprana edad, cuando tenía 11 años , y heredé la guitarra de mi madre. Aprendí a tocar con esa guitarra y desde entonces recorrí un camino como músico y guitarrista. Allá por el verano del 2009, ingresé a una escuela de luthería en el barrio de Boedo, debido a un interés por conocer más profundamente a este instrumento que tanto me gustaba. Yo pensaba que la guitarra me conocía tanto más a mí, que yo a ella. Y así comencé a aprender el oficio de la luthería en guitarras españolas.

Hasta el día de hoy he construido las guitarras basándome en la experiencia y dedicación de los grandes maestros como Antonio de Torres, José Ramirez, Ignacio Fleta, además de luthiers contemporáneos como el argentino Ricardo Louzao.

A la par que estudiaba el oficio de la luthería , y debido a mi experiencia restaurando instrumentos musicales, comenzó a interesarme el campo de la Restauración de los Bienes Culturales, otorgándome una perspectiva más amplia del patrimonio cultural. Y así es como decidí estudiar la carrera de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, a comienzos del 2016.

Todo este camino recorrido me permite ofrecer experiencia y pericia a la hora de crear o devolverle la vida a un instrumento.